domingo, 8 de marzo de 2009

Left coast, left side

Hace unos meses escuché un rap sobre la margen izquierda. Habla de barrios duros, gente obrera, casas grises y fábricas cerradas. Eso ha sido la niñez de muchos críos como yo, que por suerte o por desgracia han tenido abuelos en esa zona. Muchos sábados y domingos en tren desde La Naja hasta Desierto Barakaldo. Muchos partidos de fútbol regional en campos de arena entre casas y fábricas desconchadas de la mano de mi ama. Tuve la mala suerte de tener un padre entrenador de fútbol. Por mucho que me quieran, nunca olvidaré aquellas grises mañanas observando un deporte que nunca me ha gustado. Yo nací en Barakaldo. En la calle Arrandi, no en cruces como el 80 por ciento de los vizcaínos. En fin, que soy de Barakaldo. Como Clemente. Supongo que el aire contaminado de la villa, nos ha calado bien hondo a sus paisanos. Esa mala hostia. Ese rechazo al débil, al sin sangre, lo hemos mamado desde niños. Abuelos en Altos Hornos, con los pulmones podridos de los humos de fundición, que fumaban tabaco negro y bebían txikitos, y lo poco que podían ahorrar se lo gastaban en sus nietos. Juguetes y billetes de autobús o tren para visitar barcos pesqueros. Casas con escaleras de madera que olían a cocido y a humedad. Nací en el 73. En el 79 la tasa de paro no llegaba al 10%, hoy los más optimistas la sitúan al final del 2009 en un 17%. Si el futuro de muchos ya era negro, ahora ni te cuento.

Todo cambia, yo también. Pero la mala hostia, no se nos quita.
Que no nos jodan. Hay un paseo proyectado desde Abandoibarra hasta el Abra, por los margenes de la ría. Muy bonito. Lo que era una zona industrial en la margen izquierda bilbaina, sirve ahora de paseo anticolesterol para familias y guiris. Zorrozaure construye un macro edificio para el IMQ, el Canal de Deusto ha desaparecido y una arquitecta iraní ha sido la elegida por el ayuntamiento para reformar la zona. Olabeaga, es decir, Noruega cogerá el testigo y enlazará con Zorroza que en unos años perderá su puerto, así sucesivamente hasta Portugalete. Un lavado de cara de esa vieja puta que es la margen izquierda. El desorden urbanístico y la suciedad de los edificios como seña de identidad. " Salto al vacío" de Daniel Calpasoro la retrató con dureza. Tal vez con excesiva dureza. Aunque solo hay que pasar por algunas zonas de Barakaldo y Sestao para ver que el guipuzkoano ( nacido en Barcelona, eso si) no andaba muy desencaminado. Pues eso, que no nos jodan. Mi aitite se dejo parte de la piel colando acero para que algún hijo de puta se forrara, igual que ahora. La otra parte se la dejo en la guerra, luchando de gudari, por una tierra más preocupada en que siglas la gobiernan que en el futuro de sus nietos.
Ya lo decía el rubio. ¡ Putos mingafrías !